A partir de hoy con
la subida del IVA de 18 al 21% los españoles perderemos valor
adquisitivo. Es decir, que seremos un 3% más pobres, pues cualquier
cosa que compremos con nuestro dinero será un 3% más cara.
¡Ah! Y esto
también afecta a los ahorros. Digo esto por aquellos que en lugar de
un 3% más pobres pasarán a ser un 3% menos ricos.
Hace un año aproximadamente que colgué
en este mismo blog un comentario titulado “DE PORTUGAL CON AMOR”,
en el cual me hacía eco de las medidas económicas tomadas por el
recién formado gobierno de centro-derecha tras su trienfo en unas elecciones en
las que prometían salir de la crisis sin subir los impuestos.
¿Les suena esto,
verdad?.
Si se toman la
molestia de consultar el comentario observarán que punto por punto
el gobierno del señor Rajoy ha ido siguiendo meticulosamente los
pasos marcados por su colega portugués.
El resultado es que
la economía portuguesa se encuentra más quebrantada que nunca y el
pueblo, empobrecido y desmoralizado, hundido en el pesimismo.
La última medida
que le faltaba tomar al gobierno del Partido Popular era la subida
del impuesto sobre el valor añadido (IVA).
¿Pero esta medida
servirá para reactivar la economía?
Evidentemente, no.
En situaciones de regresión económica todo encarecimiento de los
precios reduce el consumo. Frena la demanda y en consecuencia la
producción.
Pudiéramos pensar
que contribuirá a reducir el déficit publico.
Pero...(otro pero)
si nos miramos en el espejo portugués que hace un año subió este
impuesto del 21 al 23% veremos que la recaudación en un año cayó
un 10% respecto al año anterior. Es obvio decir que esta caída se
debe a la reducción del consumo interno.
Esta es una cara de
la realidad.
Hay otra cara más
preocupante y perversa que normaliza la evasión de un impuesto
considerado abusivo por el consumidor. De tal manera que la mayor
parte de los servicios y contratas se evaden total o parcialmente.
Esto genera una proliferación de dinero negro que intoxica el
mercado y presiona con ventaja para seguir en el mismo, incrementando
todo tipo de contratos al margen de la ley.
¿Es esto lo que
persigue el gobierno del Sr. Rajoy, abocarnos a una economía
sumergida?
Luego vendrá una nueva amnistía fiscal y todos felices.
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