jueves, 19 de mayo de 2011

15-M. SAN ISIDRO



La razón, además de tenerla, hay que saber tenerla. Toda esa juventud que se moviliza en las grandes y no tan grandes ciudades españolas está cargadas de razones para el cabreo, para el astío, para todos los adjetivos que quieran añadir, que probablemente serán insuficientes. La mitad de los jóvenes de un país desempleados es una arbitrariedad y un despilfarro que no nos podemos permitir.

Las protestas del 15-M, supongo que pretenden subvertir el sistema o influir en las elecciones del día 22 de mayo. Si pretenden un cambio radical del sistema, debieran presentar propuestas alternativas, de no ser así es protestar por protestar. Una variable actualizada de las ferias de San Isidro. Un movimiento de esta índole en Europa ha de ir más allá de emular a los jóvenes portugueses, requeriría  organizar una "movida" a nivel de todos los países industrializados que ponga en jaque a la clase política establecida.

Hay fórmulas para que sin derribar el sistema poder hacer las reformas necesarias para garantizar el empleo. En una entrada de este mismo blog propongo la socialización del trabajo ( Una economía sostenible -10-06-09). Dado que las crisis del sistema capitalista se producen por un exceso de producción: trabajemos lo justo y repartamos el trabajo. Menos horas de trabajo, menores ingresos por persona, pero los mismos para la sociedad y ganaremos en seguridad y consumo.

Los jóvenes tienen su parte de culpa en la actual situación. Los partidos políticos pueden ser tomados y renovados por esos jóvenes que se apartan de la política como de la peste. La solución, cuando no se puede derribar la fortaleza desde el exterior es penetrar en el interior creando las condiciones para el cambio. 
¿Están seguros los "movilizados del 15-M de que pueden con sus protestas cambiar el sistema?

Si no lo están, lo mejor que podían hacer, el mejor servicio que podrían prestar a la sociedad sería afiliarse masivamente a esos partidos políticos que critican y hacer la revolución desde dentro, empezando por echar a los dinosaurios.