Las monjitas hecha su labor caritativa con los necesitados ofrecen sus votos al señor
Galicia es como aquel libro del que
todos hablan pero nadie leyó.
Para entender lo que pasó el pasado
domingo en Galicia hay que penetrar en su entramado social, político,
religioso, mediático, caciquil, territorial...Si se desconocen estas
variables y su incidencia nunca entenderemos a “esos señores que
nunca se sabe si suben o bajan”.
Empezaré aclarando que Galicia no es
Baviera, ni tampoco un nido de “fachas”. Elección tras elección
la suma de los votos de la izquierda siempre fue superior a los de la
derecha. La división del voto y la perversidad del sistema
electoral dieron la mayoría al Partido Popular.
Geográficamente Galicia se halla
dividida en cerca de cuatro mil parroquia civiles (1250 parroquias
católicas). La inmensa mayoría son pequeños núcleos rurales de
menos de cien habitantes de media, que, salvo excepciones, están
controlados políticamente por el cacique local y/o por el cura. Su
voto es el tributo que pagan para llevarse bien con la administración
y“no tener líos”. No pueden abstenerse.
La Voz de enGañicia
Los medios de comunicación son
acríticos, ideológicamente de derechas y populistas. Citaré dos
como ejemplo.
La Voz de Galicia en cuanto se acercan
las elecciones se convierte en vocero privilegiado de los “logros”
del gobierno de Feijoo y nos machaca con los desencuentros del
bipartito ( posiblemente el mejor gobierno de la historia de la
autonomía).
La Televisión autonómica (TVG). Un
panfleto chabacano, encaminado a desculturizar el país y a cantar
las alabanzas del gobierno. Hay que valorar que es la ventana al
mundo de los pequeños núcleos rurales.
En Galicia no hay un solo medio de
cierta relevancia que no esté ideológicamente a la derecha.
La iglesia también controla grandes
sectores de parroquias rurales a través de párrocos, y monjas
exclaustradas y desde los centros de enseñanza privada.
Desde la derecha mediática y sus foros
se ataca a los políticos. Todos son igualmente corruptos. En el
proceso en el que se imputaba al alcalde socialista de Ourense,
también se imputaba al alcalde popular de Boquixón, ex alto cargo
de la Xunta y hombre de confianza de Romay Beccaria y de Feijoo. La
inmensa mayoría de los gallegos no se enteraron de las imputaciones
de este último, pero tuvieron que escuchar durante más de quince
días, durante todos y cada uno de los “telexornais”de
la TVG las insinuaciones y sospechas sin confirmar que se cernían
sobre el alcalde socialista.
Las
diputaciones tienen empleados a gran número de comisarios políticos
que controlan políticamente a sus familiares y su área de influencia
.
No
hablaré de la abstención, pues esta puede entenderse en clave de
todo el territorio español.
Dicho
esto y comprobado que el Partido Popular con todas sus redes pescando
no haya conseguido más que el 28% de los votos es un fracaso, aunque
algunos lo vendan como un éxito.
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