Decía Winston Churchill que un buen
político es aquel capaz de predecir lo que sucederá mañana y
convencer al día siguiente que mejor fue que no se hubiese cumplido
su predicción.
(Hoy
:Os prometo que las lechugas no se secarán pues mañana
lloverá.-Mañana no
llueve.-Pasado
mañana: Mejor que no
haya llovido pues el agua estropearía la polinización de los
naranjos en flor).
Quizás esto era lo que esperaba el
gobierno de Rajoy. Sabían que no llovería, pero esperaban que la
ciudadanía entendiera que eran más importantes las naranjas que las
lechugas.
Por eso están perplejos ante la
reacción ciudadana.
Pero señores, es que ustedes no solo
se cargan las lechugas y también las naranjas, ¡se cargan todo el
huerto y envenenan la huerta!.
No se puede gobernar al dictado de la
Sra. Merkel, que defiende unos intereses, los de sus electores
alemanes, que no se corresponden con los de la mayoría de los
españoles. Y además tener que soportar la insolencia de la soberanía nacional.
Por
el horizonte francés se acerca un viento de esperanza que puede
barrer de esta Europa ciega por las nieblas del liberalismo económico
y mediático la mentira de que la derecha nos va a sacar de la crisis
en la que nos hundió. “Alemania
no va a decidir por toda Europa", afirmó Hollande en la cadena
pública de televisión 'France
2'.
"Le
diré (a Merkel) que el pueblo francés ha elegido renegociar el
tratado. Sin poner en cuestión la seriedad presupuestaria, la
disciplina, le diré que no se pueden lograr los objetivos marcados
si no hay crecimiento económico", precisó. "Me
presento para cambiar las cosas en Francia y en Europa",
agregó Hollande, quien destacó: "Somos uno de los países
líderes en Europa y lo que haga el pueblo francés modificará
considerablemente la situación" en la UE.
"Incluso
los expertos económicos y los mercados creen que sin
medidas de estímulo no se podrán cumplir los compromisos sobre la
deuda".
Todos
los grandes cambios políticos que hicieron que Europa fuese el
espejo del mundo en cuestión de libertades y derechos sociales
tuvieron su cuna en Francia.
Veamos
algunas las propuestas de este moderado socialista normando:
Bajo
el lema de "El cambio es ahora", su programa político
propone una regeneración del estado incidiendo en las políticas
sociales que piensa financiar subiendo los impuestos a los ricos.
Proyecta contratar más maestros para las escuelas, devolver la
policía de proximidad a los barrios conflictivos, fijar la edad de
jubilación a los 60 años, establecer un 'contrato de generación'
por el cual los trabajadores veteranos al borde del retiro
compartirán su puesto con jóvenes a los que formarán, conceder el
derecho de voto en los comicios locales a los emigrantes, legalizar
el matrimonio homosexual... Por otro lado, rechaza adoptar la regla
de oro y anuncia que, de llegar al Elíseo, renegociará el tratado
europeo de austeridad para que incluya eurobonos y ayudas al
crecimiento.
Sus
antagonistas se preguntan cómo piensa financiar todo eso sin
recortar gasto público y él habla de recuperar el Impuesto sobre la
Fortuna, modular el cociente familiar y establecer un IRPF del 75%
para directivos que cobren más de 500.000 euros anuales.
Como
podemos ver, propone una política económica expansiva con esencias
keynesianas. Justamente lo contrario de lo que hizo y sigue haciendo
la derecha europea, aunque la brisa francesa ya ha hecho reaccionar a
los líderes continentales que piden un cambio de rumbo en la
economía. Esperemos que la profesora Merkel le dicte a su grumete
Marianito para que escriba en el cuaderno de abordo:
“30-04-2012:
180º a babor”