jueves, 8 de abril de 2010

NO ES DELITO


Muchos sabíamos que la terrible herida que la dictadura franquista dejó sobre la Piel de Toro, se habia cerrado en falso.
Dábamos lecciones de transición democrática  allá a donde fuéramos.
 Éramos los campeones de la transición.
Habíamos extirpado el cáncer de la dictadura y borrado hasta las cicatrices.
Pero  no pudieron limpiarse las metástasis, porque el TAC, que debía detectarlas, se aplicó del revés.
Se aprobó una constitución democrática. 
Hubo elecciones parlamentarias.
Los sucesivos parlamentos nombraron presidentes, que mejor o peor nos gobernaron.
Cada gobierno responde de sus actos ante la ciudadanía cada cuatro años.
Dos de los poderes del estado de derecho responden ante el pueblo.

¿Pero ante quién responden los jueces que juraron fidelidad al franquismo y aplicaron leyes injustas y consecuentemente  penas injustas (incluídas penas capitales), a sabiendas de que lo eran?
Mientras no le apliquemos la quimioterapia a estas metástasis ningún órgano estará a salvo, con excepción  del corazón, donde residen sus querencias.

Los capos de la mafia proyectaban una imagen de hombres de familia y piadosos. Pero a la sombra de la familia y de la iglesia cometían los más execrables crímenes.

Algunos nombres y algunos comportamientos me recuerdan la cosa nostra y su código de honor, la omertá.




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